El énfasis que han puesto la filosofía, las ciencias sociales y las humanidades, en el Yo, el Sujeto y el Individuo, ha conducido a un descuido del Otro, la alteridad. Esto ha repercutido no solamente en la reflexión teórica, sino también en la vida política y social, generando filosofías egocéntricas y sociedades en la que domina el egoísmo, el abuso, la injusticia, la violencia hacia el semejante, la anulación de la indiferencia