La cautivadora protagonista de este libro es un nostálgico alter ego de la autora, que se llama a sí misma «ladrona de historias» precisamente porque en las historias radica el secreto de la vida y del mundo. Como una moderna Scherezade, Eva Luna convierte su vida en una tragicomedia por la que desfilan una sorprendente galería de personajes: un embalsamador de cadáveres, una madrina que sobrevive a una decapitación, una mujer con cuerpo de hombre, un fotógrafo austríaco atormentado por losrecuerdos del nazismo... El conjunto da vida a un complejo territorio sudamericano mientras celebra el poder de la invención.