Mariapaola Fimiani, desde la develación de la oculta relación con Kant, propone una determinada forma de interpretar Foucault que no se detiene ni absolutiza en el autor asumido convencionalmente, que intenta captar el sentido de los cambios, transformaciones de su vasta y compleja obra.
Un palimpsesto, construido y deconstruido desde un código interpretativo que rebela tanto un conocimiento profundo de las categorías conceptuales de ambos autores como una sagaz, aguda y penetrante visión de una "leason", puesta al desnudo desde una sorprendente variedad de matices, a través de nueve breves pero densos y abarcantes capítulos. La sutileza de la autora se revela en el manejo de los conceptos claves de crítica-clínica-ética. Este último concepto es toda una innovación en su conexión con el de producción de acontecimientos y sobre todo, el de revolución que, en última instancia, se asume como un cambio a partir de la obediencia dentro de una operación que tiene que ver con las relativas condiciones limítrofes de la razón. Por fin, la parresia, que define tanto ontológicamente como analíticamente, como una maximización de la ética individualista, el gran tema de la franqueza, o sea, el de decir toda la verdad.
El parresiasta, al decir la verdad, a diferencia del sabio, no habla del ser del mundo y ni siquiera de un principio general que se hace principio prescriptivo, sino que está comprometido con la prueba de un ejercicio permanente, el de un saber de descifre de los individuos y de las situaciones, de sí mismo y de los otros en las circunstancias concretas y específicas de vida. El parresiasta -parece concluir Foucault- es, entonces, quien pone en juego el discurso verdadero del ethos filosófico, empeñado como está en el coraje de un saber dirigido a sí mismo y al mundo. Ésta es una de las cuestiones centrales del texto. Posteriormente, aparecen otras también de singular significación en el audaz abordaje de la vinculación Kant-Foucault, el tema de la mirada de la clínica y la mirada médica y la investigación antropológica y la relación entre ética y moral. Fimiani nos hace recorrer un camino fascinante, lleno de sorpresas en la investigación de dos hipótesis que con su fuerza pueden derrumbar el mundo convencional del Foucault absolutizado, como el ícono iniciático del fin de la modernidad:
a) La que sostiene el enigma del ocultamiento del kantismo foucaultiano.
b) Y la que ella misma define como la doble reconciliación de Kant con el iluminismo y la revolución y de Foucault con la modernidad, anteriormente estigmatizada desde la arqueología.