A lo largo de los siglos, la conservación de las historias tuvo, en el altiplano mexicano, cambios significativos, que constituyeron un proceso historiográfico en el que fue patente una continua recuperación de tales narraciones. Esta aventura de conservación de recuerdos del pasado se inició con la elaboración de discursos, cuidadosamente construidos, que contenían narraciones relativas a acontecimientos importantes de tiempos anteriores cuyo recuerdo se quería conservar, y concluyó, entre finales del siglo XVI y los primeros lustros del XVII, cuando indígenas conocedores del pasado de estas regiones y formados en la cultura europea se dieron a la tarea de componer historias cuya riqueza provenía de la diversidad de las fuentes que utilizaron: narraciones oral, códices pictográficos, códices con anotaciones escritas con caracteres latinos y códices transcritos con este nuevo sistema de escritura. Todos estos elementos eran verdaderos testimonios de los distintos momentos de ese proceso tan peculiar. Sus autores ordenaron esas nuevas histories de acuerdo con modelos historiográficos llegados de Europa. Se trataba de las que hemos llamado historias de síntesis. Este libro da cuenta de este largo e interesante proceso historiográfico