Un alfabeto personal, que procura hallar el sentido de la escritura en un enjambre de historias que se conectan con su vida a través de pasadizos secretos. Esa es la forma que Eugenia Almeida le otorga a Inundación, un libro que desborda los géneros arrastrando y revelando huellas de experiencia, filamentos de emociones guardadas, voces, ausencias, deseos. También están los libros y los autores que perforan la imaginación, indican un camino o se hacen refugio, en un arco que va de George Simenon a Kafka pasando por Irène Némirovsky y Simone Weil. Consagrada internacionalmente con novelas como El colectivo y La pieza del fondo, autora de un poema-libro extraño y sobrecogedor como La boca de la tormenta, Almeida ilumina aquí el territorio de donde surge una voluntad de escribir sostenida en el vacío como una fuerza ciega o una piedra que flota en el agua.