De entre los grandes nombres de la música española del siglo XX destaca con luminosidad propia el catalán Frederic Mompou (1893-1987), quien se definió a sí mismo como «un hombre de pocas palabras y un músico de pocas notas» que buscaba «una música que sea la voz del silencio». Influido por el impresionismo francés, por Satie, Fauré y Poulenc, se basó en el folclore catalán para elaborar sus piezas para piano solo de expresión quintaesenciada. Este libro de Clara Janés, gran conocedora del compositor, nos acerca tanto a su obra como a su faceta biográfica e íntima, que pocos como ella podrán narrar con tanta cercanía. Esta monografía es, pues, un retrato de cuerpo entero de un músico que siempre dejó que la poesía se posara en su música. No en vano sus acordes evocan a menudo el sonido de las campanas de bronce, recuerdo infantil de la fábrica de campanas en que trabajaba su abuelo; las mismas campanas que repican desde la primera página de este libro memorioso, hondo, esencial.