Han pasado décadas de la primera edición de Jauretche, Profeta de la esperanza. El sentido de esta nueva edición es no perder la singular lectura que propone Torres Roggero y revisitar a Jauretche, no solo desde la perspectiva política en donde profetizó las bases de la singularidad argentina, sino también ser capaces de una lectura literaria de la fiesta que Jauretche enarbola, esa que no tiene cabida en los cánones de la cultura occidental hegemónica porque conserva la vieja memoria de una comunidad criolla en la que el trabajo era junción(función = fiesta).
Se trata de un texto nítidamente instalado en la mejor tradición del nacionalismo popular argentino. Las referencias, las alusiones, toda la retórica del texto, apuntan a una compartida tarea de desmalezamiento, propio de este nacionalismo combativo, políticamente comprometido con un proyecto de país nacional y popular. Las citas explícitas de autores situados en esta dimensión, así como los guiños a esa tradición de pensamiento, los recursos de una escritura que muestra una profunda identificación con un idioma nacional y una continua intencionalidad polémica con tesis liberales, todo remite a esa construcción textual de una argentinidad y un dominio de lo popular únicas.
El resultado es un texto muy jauretcheano, muy criollo.