El lector tiene en sus manos un libro de cuentos que no quieren serlo. Para adentrarse en sus páginas, deberá olvidarse de los relatos normales. Joni Munn y otras alteraciones del psicosoma cuestiona a las convenciones de la literatura y, sobre todo, de la realidad. A lo largo de sus episodios aparecen madres que arrullan monstruos, niñas que se comunican con hormigas, veladoras que arrojan sombras malignas, y hasta caníbales a quienes se les juzga por su sabor. Hay en este conjunto una extraña poesía, un tono de cuento de hadas que se torció; la audacia de sumergirse en un mundo diferente al nuestro, la labor primaria de los escritores de la estirpe a la que pertenece Iliana Vargas. Este tour de force de la imaginación tiene su propia y gozosa lógica, pues como dice uno de los personajes: 'Incuso las historias con menos sentido nacen de alguna cabeza para las que tienen sentido'.