Los recuerdos, reflexiones y análisis del movimiento estudiantil de 1968 en México han vaciado, múltiples veces, los tinteros de la sociedad: su memoria ha contribuido a la construcción del imaginario político e histórico del país, con sus ideales de libertad, democracia, justicia y revolución; pero además, ha obligado a mantenerlos, desde el estudio, la autocrítica y la imaginación, en constante cambio.
Esta obra desentierra acontecimientos desdeñados u olvidados e intenta revertir las posturas monocromáticas de ambas caras de la moneda, ofreciendo al mismo tiempo, desde cuatro testimonios de vida, el recuento histórico de los hechos desde una perspectiva concreta: la comunidad universitaria de la Academia de San Carlos. La escuela, como taller de prensa y propaganda del 68, reconfiguró la historia de la gráfica mexicana y enfrentó, en el mismo proceso, la valoración de las vanguardias artísticas que convivieron en el escenario de la plástica nacional.