Una muchacha de esta época viaja a Londres para aprender inglés
sin embargo, lo que encuentra es el inicio del camino para descubrirse a sí misma y para aprender a amar a tantos seres maravillosos con los que comparte el territorio en un país llamado Chile. ¿Quién ilumina la senda? Diversas mujeres poderosas: Virginia Woolf deja los primeros rastros con su pluma, Julia Margaret Cameron le permite mirar por su lente a través del tiempo, Marianne North la lleva a recorrer el mundo que fluye de sus pinceles. La chica se deja llevar, maravillada, asombrada por todo lo que va descubriendo: plantas exóticas, personas notables, flores que explotan en muchos colores, insectos insospechados, locas geografías. Hasta que reconoce algo familiar: ¡es la araucaria chilena! De pronto se encuentra a los pies de este gran árbol paraguas junto a Marianne, la mira, se miran
la pintora con sus tacones y largas polleras, ella con sus cómodos bototos. Diferentes épocas, distintos envoltorios, pero la misma esencia