En la chica que se ha quedado sola, la voz poética de Mariel Damián emerge con la fuerza de quien llega para quedarse. Dueña de una sensibilidad tierna y líquida, como los peces que nadan entre sus versos, la joven poeta mexicana presenta un universo pleno de matices donde el amor preside majestuosamente. La poesía de Mariel posee una exquisitez de difícil definición , un suave balanceo que transporta con dulzura a contenidos profundos y vigorosos como la memoria, la identidad y la esperanza.