El gusto de leer y escribir del autor se dirige a una cierta utopía que envuelve una cierta causa, a una cierta clase de nuestra gente. Es un gusto que tiene que ver con la creación de una sociedad menos perversa, menos discriminatoria. Una sociedad más abierta, que sirva a los intereses de las siempre desprotegidas y minimizadas clases populares y no sólo a los intereses de los ricos.