Mientras redactaba La señora Dalloway, Virginia Woolf escribió siete cuentos. El conjunto es un delicioso repaso al espíritu de la fiesta, una ocasión donde se pone de relieve lo mejor y lo peor de cada cual.
Al igual que se hizo con Un cuarto propio, el contenido será ampliamente ilustrado por Yelena Bryksenkova. Los dibujos se centran en el mundo de la moda, y, en esta ocasión, el libro lleva un prólogo de Bimba Bosé.
Virginia Woolf siempre se sintió atraída por la idea del party, ese encuentro social donde se muestra la vulnerabilidad de hombres y mujeres que entre copa y copa dejan de ser quienes son para representar el papel que más conviene a la ocasión. Buena muestra de su interés es La señora Dalloway, una novela que se mueve al compás de la fiesta que está organizando una dama de la alta sociedad londinense.
Los siete relatos que componen La fiesta de la señora Dalloway son el complemento ideal de la novela, pues Viginia Woolf los escribió en el período comprendido entre 1922 y 1927, así que de alguna manera estos textos rodean y acompañan a La señora Dalloway, que se publicó en 1925.
«La idea del party la excitaba, y en la práctica era muy sensible a la exaltación de los sentidos, al fermento y al bullicio que implica una reunión social», comentaba Leonard Woolf hablando de su esposa, y este volumen quiere ser un homenaje a la gran escritora: aunque ella no pueda estar, la fiesta, su fiesta, continúa...
Virginia Woolf siempre se sintió atraída por la idea del party, ese encuentro social donde se muestra la vulnerabilidad de hombres y mujeres que entre copa y copa dejan de ser quienes son para representar el papel que más conviene a la ocasión. Buena muestra de su interés es La señora Dalloway, una novela que se mueve al compás de la fiesta que está organizando una dama de la alta sociedad londinense.
Los siete relatos que componen La fiesta de la señora Dalloway son el complemento ideal de la novela, pues Viginia Woolf los escribió en el período comprendido entre 1922 y 1927, así que de alguna manera estos textos rodean y acompañan a La señora Dalloway, que se publicó en 1925.
«La idea del party la excitaba, y en la práctica era muy sensible a la exaltación de los sentidos, al fermento y al bullicio que implica una reunión social», comentaba Leonard Woolf hablando de su esposa, y este volumen quiere ser un homenaje a la gran escritora: aunque ella no pueda estar, la fiesta, su fiesta, continúa...