No es exagerado afirmar que Louis Althusser fue el filósofo comunista más célebre de la Francia del siglo xx. Tanto su profesión como sus inclinaciones políticas lo condujeron por caminos más que originales en su intento por comprender la trascendencia del pensamiento de Karl Marx, al que colocaba en un lugar destacado de la historia de las ideas. Para Althusser, el autor de El capital habría fundado una nueva ciencia, tan trascendente como la matemática iniciada por Tales de Mileto o la física de Galileo, y a la vez una nueva filosofía, a la altura de la de Platón o de Descartes. Este libro reúne cuatro de sus acercamientos a la tensa relación entre teoría y práctica, entre reflexión y lucha, en un esfuerzo por establecer las coordenadas fundamentales de la filosofía marxista, concebida como una ?teoría de la producción de conocimientos?. Sabedor de que sus conclusiones eran provisionales y estaban destinadas a ser rectificadas, su trabajo analítico tuvo y aún hoy tiene una gran repercusión en los debates teóricos marxistas, quizá por su capacidad para reverberar en numerosas disciplinas y, cosa más notable, en la actividad política concreta. Su deseo de conciliar la acción y el pensamiento lo llevó a considerar la filosofía como un arma de la revolución, lo mismo en el plano epistemológico que en el de la realidad social. En estas páginas se ocupa asimismo de la naturaleza de las ideologías y de cómo los aparatos del Estado las encarnan. Con rigor y claridad de exposición, Althusser polemizó a menudo como método de reflexión, poniendo en práctica lo que pregona en este volumen: ?En filosofía ocurre como en política, sin crítica no hay rectificación.?