El estudio de la participación popular en las revoluciones de América Latina ha ganado un lugar importante en el ámbito académico y, ya lejos de la marginalidad en la que historia crítica y revisionista de las décadas de los sesenta a los ochenta reemprendieron el estudio de lo popular, de los grupos subalternos y explotados. Hoy, una multitud de historiadores dan cuenta de una gran variedad de temáticas sobre ´lo popular´ que van desde el estudio de grupos populares en específico (indígenas, campesinos, artesanos, obreros, pobladores urbanos, etcétera), de la estructura y relaciones sociales, de sus formas organizativas, patrones de comportamiento y formas de resistencia, rebelión y revolución, de las mentalidades y la cultura popular hasta el actual redescubrimiento de su cultura política. La puesta en escena histórica de los grupos populares, ´marginales´, de los que han sufrido la explotación y la injusticia a manos del Estado, sometidos a la persecución o al genocidio, ha renovado la historiografía al cuestionar la visión autocomplaciente y laudatoria de la historia del Estado nación. Los trabajos que componen este libro, al que muy poco modestamente hemos denominado ´La insurgencia indígena y popular en la independencia. México-Bolivia 1810-1821´, van en búsqueda de esas respuestas, pero lo hacen planteándose viejos y nuevos problemas para explicar la participación popular (mayoritariamente indígena) en la revolución de independencia y así contribuir a un proceso de investigación en curso, más que pretender dar una última palabra, por demás imposible con respecto al tema.