Este libro analiza las crónicas de Fernando (o Hernando) Alvarado Tezozómoc: Crónica mexicana y Crónica mexicáyotl, escritas a finales del siglo XVI y principios del siglo XVII. En este estudio se parte de la hipótesis de que las crónicas conocidas como indígenas fueron producidas en el marco histórico de la cultura occidental, horizonte que les proporcionó sentido y que les dotó a los cronistas indios de los recursos intelectuales para su elaboración; lo que supone que responden al proceso colonizador de los españoles y europeos sobre los territorios que hoy conocemos como americanos y, por consecuencia, a la producción de un discurso que contribuyera a legitimar y ennoblecer a la nueva élite indígena que se creó a partir de la conquista y que se le considera como deudora de ella. De tal manera que las crónicas de Alvarado Tezozómoc contribuyeron a la creación de una representación cristiana occidental del pasado prehispánico en la que se niega la alteridad de los pueblos originarios de la misma manera que la conquista y colonización destruyó la sociedad y cultura prehispánica" y que, equivocadamente, los lleva a ubicarlos como expresión de una supuesta "visión de los vencidos" y que sorprendentemente hoy sigue vigente en el discurso histórico nacional.