¿Quién puede dudar que las cosas verdaderamente importantes ocurren a pequeña escala?
Un grano de polen puede viajar en el abdomen o en las cestas especiales de una abeja; un hongo que transforma la materia orgánica en inorgánica, hace posible el ciclo de la energía y la materia; un fruto maduro está pronto a dispersar semillas; o el trabajo comunitario de las hormigas; son acciones donde está puesto el lente de este libro.
La vida es evolución en marcha. El mensaje de la red de la vida es adaptarse a los continuos cambios o desaparecer, y en función de esta premisa, las especies desarrollan extraordinarias estrategias para sobrevivir: aromas irresistibles, complejos lenguajes químicos, señales de alarma, máscaras, camuflajes perfectos, engaños, luces y cantos.
El resultado es una red de vida con múltiples interacciones, muchas de ellas poco conocidas: como por ejemplo los cantos y recompensas de un grupo de orugas de mariposas para lograr la atención y cuidado de las hormigas.
Las plantas no van en zaga en cuanto a trucos y mensajes para lograr su cometido: colores, olores y alimento. Publicidad de alto impacto para atraer a los insectos. A menudo incluso con engaños, encarcelamientos temporarios y falsas promesas.
Pareciera que todas estas estrategias tienen como fin único y supremo, lograr que una parte de los genes se combine con otro individuo para generar nuevas combinaciones. Porque el sexo es una de las invenciones más maravillosas de la naturaleza.
El resultado: la diversidad de vida que habita nuestro cambiante planeta.
La invención del sexo y la evolución de la vida es eso: relatos fascinantes en una escala temporal y espacial distintos a nuestra vida cotidiana.
Una invitación al asombro y contemplación de la vida.