TORNEL, CARLOS (ED) / MONTAÑO, PABLO (ED)
En noviembre de 2021, 197 países se reunieron en Glasgow, Reino Unido en la vigesimosexta sesión de las Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático. A diferencia de las 25 iteraciones previas, esta conferencia sería significativa por dos cuestiones particulares: Esta sería la primera sesión para el periodo 2020-2030, denominado como "la década de la acción", un periodo crítico para reducir sustancialmente las actividades que producen emisiones que provocan el calentamiento del planeta e implementar acciones para adaptarnos a algunas de las consecuencias del calentamiento, irreversible hasta este punto, lo que afectaría de manera desproporcionada a quienes ni histórica ni actualmente son responsables del problema. Por otro lado, sería la primera reunión internacional sobre el tema después de que el planeta experimentara los impactos de la pandemia del Covid-19, suceso que reveló la importancia de desacelerar la economía para reducir emisiones y los efectos económicos no deseados cuando estas desaceleraciones se muestran como crisis del capitalismo y no como estrategias planeadas y con medidas redistributivas.
A pesar de las expectativas, los países salieron de la reunión en Glasgow -y posteriormente de Egipto, en 2022- con muy pocas cosas que reportar. En su mayoría los resultados fueron ambiguos, sin compromisos específicos. En esta reunión, como en todas las anteriores, no hicieron lo que paradójicamente debería ser evidente: tomar acciones para dejar los combustibles fósiles en el subsuelo. En cambio, estas reuniones operan a través de lo que denominamos falsas soluciones, esto es, la aglomeración de discursos, tecnologías, dispositivos financieros, medidas regulatorias y políticas públicas que de forma superficial ofrecen solución a uno o varios de los problemas interconectados y asociados con la crisis climática, pero sin modificar los principios de acumulación y desposesión ni las desigualdades del sistema económico capitalista quehan llevado a la crisis civilizatoria actual.
Con la participación de más de 30 personas en su autoría, este libro se presenta como una guía que permite tanto a quienes están familiarizados con los temas, como a quienes comienzan a informarse, reconocer las principales falsas soluciones promovidas por el sistema internacional de gobernanza climática. Asimismo, pensamos este libro como una herramienta de consulta que, a la vez, ofrece una guía de algunas de las cientos -si no es que miles- de alternativas que se desarrollan en los diversos territorios como las bases de una alternativa civilizatoria para combatir el sistema de colapso creado por la modernidad capitalista. Estas alternativas constituyen un sistema basado en la esperanza, la confluencia de humanos y no humanos en solidaridad y ofrece posibilidades para imaginar, concretar y habitar otros mundos.