Lundsteen desenmascara las coartadas y formas sutiles que se esconden detrás del repudio social a las mezquitas. Escruta las diversas maneras de decir que los «inmigrantes» son «inmigrantes», pero no «vecinos».
Martin Lundsteen cuestiona los dos paradigmas dominantes en torno a los conflictos de mezquita: el analítico y el político-técnico. Argumenta que los dos, aunque diametralmente opuestos, en el fondo coinciden en interpretar los conflictos como culturales, religiosos y de convivencia: como conflictos que originan en el ámbito simbólico. A pesar de que éste ciertamente sea un aspecto importante, mediante el estudio etnográfico de un caso paradigmático, el conflicto que tuvo lugar en Premià de Mar (Barcelona) 1997-2002, el autor muestra que, detrás de esta representación, hay una variedad de otros conflictos de tipo local-globales que habría que analizar y para los que el espacio es un componente esencial. En el caso de Premià de Mar muestra como intereses políticos y económicos incidieron de manera preponderante en su surgimiento. El libro es un testimonio e investigación sobre el cruce de procesos local-globales del capitalismo contemporáneo, con un énfasis especial en las dinámicas socioespaciales de este tipo de conflictos, dinámicas que hasta ahora habían quedado más bien relegadas a un segundo plano, si no directamente ignoradas.