El presente libro hace un seguimiento de la producción y el consumo de música en los siglos XVII y XVIII. Una historia que, más allá de compositores, estilos y géneros, aborda asuntos como el mecenazgo, la educación musical, la interpretación o los rituales religiosos y civiles, de modo que la creación musical aparece inserta en el contexto histórico-cultural que la vio nacer.