Este libro de Andrea Szulc presenta los resultados de una investigación antropológica sobre la niñez mapuche en la provincia del Neuquén, en la que además de indagar los dichos y acciones de los distintos adultos involucrados, se trabajó específicamente con los propios niños y niñas, considerándolos interlocutores competentes. La obra revela, por un lado, que la noción de niñez configura un campo heterogéneo y conflictivo, en el cual se observan diferencias entre los diversos actores sociales, a la vez que ciertas confluencias. Por otro lado, ofrece una indagación crítica acerca de la agencia de los niños, su capacidad como actores sociales. De ese modo, se intenta avanzar no sólo en la comprensión de los diversos procesos identitarios de estos niños indígenas, sino contribuir a la construcción teórico-metodológica de un abordaje antropológico de la niñez.