A sus treinta y tres an~os, Mariana empieza a lidiar por primera vez con la idea de la maternidad. Para ese momento tiene un trabajo promisorio y lleva un matrimonio estable. Si bien la seguridad econo´mica es un factor que la ha animado para pensar en un hijo, su motor ma´s fuerte es la posibilidad que tiene de empezar de nuevo; la certeza de no cometer el mismo error de su madre, quien la concibio´ por equivocacio´n en medio de la solteri´a.
Roma´n, su marido, se sabe buen proveedor y confi´a en que Mariana es la persona con la que desea envejecer.
Una vez que han hecho todos los ca´lculos necesarios y echan a andar sus planes, se encuentran con un factor que ninguno de los dos contemplaba: la infertilidad de Mariana.
La novela nos deja ver la forma en que cada personaje enfrentara´ la imposibilidad desde una mirada intimista que deja al descubierto sus recursos y carencias.