La protesta como una expresión que demanda mejores condiciones de vida, la protesta que reclama visibilidad para una etnia o para un grupo social, la protesta que postula cambiar algunas reglas. No se intenta hacer una revisión de la protesta para promoverla; tampoco, negar su existencia ni su potencial transformador en cuanto válvula de escape de silencios tensionados que otorga pautas hacia mejores conducciones. La protesta social es un contundente 'no' a la situación actual, es la palabra que expresa varias voces, es la expresión del conflicto. La protesta es un grito y gente movilizada. En la protesta, la gente demanda algo. Todo conflicto no necesariamente es una protesta, pero toda protesta supone un conflicto donde la gente actúa.Aunque no toda protesta implica movilización, el nivel más elevado de una protesta es un movimiento social.Las dificultades que asedian a la economía mundial son múltiples y están interconectadas, motivo por el cual algunos efectos de crisis podrían trascender al campo social y al político institucional. Por esto, y por su capacidad para transformar y profundizar la democracia, deberíamos comprender de manera profunda los conflictos sociales.Las páginas reunidas en este volumen hacen visible la pedagogía sobre el conflicto, así como a los actores sociales que enseñan aprendiendo, agencian y dejan su espacio de confort para ejercer ciudadanía desde las calles.Con este cuaderno (el primero de la colección) cubrimos una mirada social e iniciamos una serie de publicaciones destinadas también a indagar sobre economía y política en América Latina, que ampliará la producción de los cuadernos de investigación del Proyecto de Análisis Político y Escenarios Prospectivos (PAPEP), con un tema omnipresente en todos ellos: la revalorización ética de la política para fortalecer la democracia.