El sociólogo Ariel Goldstein analiza cómo, mediante una red internacional que incluye think tanks vinculados al Partido Republicano, medios de comunicación, universidades y ONGs, los principales partidos de la ultraderecha europea (Vox, de España; Ley y Justicia, de Polonia; Fidesz, de Hungría; Chega, de Portugal y Hermanos de Italia) se articulan con los representantes de las derechas radicales en América Latina (Bolsonaro, Kast, Uribe, López Aliaga, Fujimori, Milei, entre otros). Esta 'familia global' se une en un programa común que retoma la retórica de la Guerra Fría, a partir de la contraposición de supuestas ideas de 'libertad' y 'democracia' con lo que ellos denominan 'comunismo'. Esto deviene en la configuración de un sentido común que favorece el crecimiento de procesos autoritarios y antidemocráticos y de líderes que se presentan como anti statu quo, pero que en el fondo representan los intereses de las clases dominantes.