Esta es una novela de ruptura en todos los sentidos. La ruta de su evasión superó el realismo social que predominaba en su época para adentrarse en el universo interior de los personajes, empleando técnicas narrativas como el monólogo interior, el flujo de conciencia y la fragmentación del tiempo. Bajo el influjo de Proust, Faulkner y Joyce, Oreamuno teje un minucioso entramado de estereotipos -la mujer sumisa, el padre déspota, la esposa abnegada, el hijo acomplejado- que estallan desde adentro, desde las emociones, en tanto que la trama pone en conflicto el deseo y la identidad verdadera de cada uno de ellos con los modelos obtusos que la novela cuestiona; roles impuestos por una sociedad acartonada y profundamente patriarcal. La invitación del prólogo de Natalia García Freire no podría ser más adecuada: "Por favor, no se ponga cómodo, levántese y empiece a andar La ruta de su evasión".