En el estado de inhibición, las emociones se desconectan de las pulsiones corporales y se convierten
en emociones erráticas que producen ansiedad. El conductismo pretende educarnos y alfabetizarnos
emocionalmente, sin cuestionar el estado de represión del deseo y el estancamiento de la capacidad
orgásmica desde la etapa primal. Pero el analfabetismo emocional no es innato, es precisamente el resultado directo del estado de represión en el que nos socializamos, y al permanente esfuerzo para adaptarnos a la norma de la institución del matrimonio o de la llamada pareja de hecho. En una sociedad
de sexualidad espontánea, percibiríamos nítidamente el sentido de cada emoción en la autorregulación
corporal, así como su conexión con su pulsión correspondiente. En las sociedades patriarcales del Tabú
del Sexo, el acorazamiento produce la pérdida de la transparencia y la desconexión entre la conciencia
y las pulsiones, entre la epidermis y las vísceras
La desconexión juega un papel importantísimo para
impedir que el deseo recorra el campo social (Deleuze y Guattari)...