Las estaciones es un libro de poemas donde la belleza se expresa con la naturalidad y fluidez con que se disponen sus elementos y permite que los procedimientos de la memoria modifiquen el paisaje natural y el de las relaciones humanas. Algo está profundamente vivo en estos textos, como fotografías que una vez tomadas cobran vida a fuerza de proponer nuevas relaciones entre los objetos representados: «Los robles se agitan en el cerro / la brisa suspende la arena / y parecen vistos tras una cortina de niebla. / La magnificencia que genera la escoba en tus manos. / Regala un poco de la oralidad de un mundo menguante / ¿Recuerdas? Todo parecía música entonces».