Los representantes de las primeras ideas socialistas en México pusieron el trabajo en el centro de su análisis; buscaron la armonía social mediante la asociación y la solidaridad; pensaron que la historia avanzaba hacia la perfección humana; defendieron el respeto a la diferencia, y consideraron que habían descubierto las leyes que gobernaban el mundo social. Algo de su horizonte de expectativas forma parte de nuestro presente, y un puñado de sus conceptos y valores nos son aún familiares. Este libro presenta su historia.