La liberación femenina ha dejado de ser una idea para convertirse en un movimiento universal. A partir de este hecho, Raya Dunayevskaya retoma la figura de Rosa Luxemburgo para hacer un inteligente análisis de su pensamiento; la relación dialéctica entre la espontaneidad de las masas y el "Partido" cobra una nueva dimensión cuando se toma en cuenta el proceso que llevó a Marx a convertir la revolución hegeliana en una filosofía de la revolución: "salvar a la Idea de su 'deshumanización', como si su autodeterminación fuese simple pensamiento y no seres humanos que piensan y actúan". La olvidada dimensión feminista de Luxemburgo, la pasión compartida con Marx por la filosofía de la revolución y la unión de praxis y teoría se convierten en los hilos conductores del pensamiento que recorre el contenido de este volumen.