La filósofa Patricia Manrique ha logrado en poco más de 200 páginas algo que parecía imposible: llevarnos en un profundo viaje filosófico, hacer temblar algunos de nuestros espacios de confort militante y estimular una visión política, polética y polírica que haga de la utopía algo tan cercano como nuestra escalera de vecinas.
Las ideas que pone en juego Patricia Manrique provienen del pensamiento radical occidental, de los feminismos del sur o incluso de algunos de los núcleos de resistencia originarios para devolvernos, al final del viaje, a nuestras comunidades de vida cotidianas. Este libro es un profundo cuestionamiento a la racionalidad neoliberal, un canto al placer en la defensa de la vida, a la dicha que proporciona vivirla sabiendo que no estamos solas y a una felicidad que procura una nueva riqueza que nada tiene que ver con el capital y que, poco a poco, estamos inventado en común.