El presente libro ofrece una perspectiva realmente nueva a la hora de abordar el análisis de la producción artística de los últimos cien años, ya que, al margen de cuestiones estilísticas, estudia el trabajo de algunos de los creadores más relevantes del pasado siglo (Tatlin, Picasso o Beuys lo son, sin lugar a dudas) en el que se encarnan ideas de revolución y transformación humana y social: esto es, la creación artística como algo más que un mero espectáculo de índole estética.
De la Revolución rusa al reciente mundo globalizado, pasando por la Guerra Fría, en los distintos capítulos Jonathan Harris explora la idea de que el linaje globalista-utópico en el ámbito del arte sigue dividido entre su anhelo de libertad y una identificación cada vez más profunda con lo espectacular como artículo mercantil y de consumo; una encrucijada fundamental para entender no sólo la evolución y el significado de la vanguardia artística sino la situación actual de una creación sometida a (y desnortada por) los designios del dios Mercado.