¿Se puede detener el deterioro del planeta si cada persona, individualmente, procura reciclar en su casa la basura que genera, trata de gastar menos agua, utiliza un coche híbrido o cumple alguna de las muchas consignas que desde los ámbitos de poder se difunden constantemente cada día? Ante esta sobreabundancia de «soluciones mágicas» Sergio Federovisky dice que el problema no surge porque cada individuo tenga una conciencia medioambiental escasa, sino como consecuencia de un sistema capitalista que fomenta y empuja a un consumo irresponsable y suntuario. Y, aunque es bueno ser conscientes y, en la medida de lo posible, reducir lo superfluo en nuestros comportamientos, debemos tener en cuenta que no es posible salvar el planeta mientras persista este sistema. Y, con ironía y un ácido sentido del humor, desenmascara los «mitos verdes», que esconden mentiras, falsas verdades, lugares comunes o simplemente frases de buena voluntad que ocultan los motivos reales de la falta de solución a los problemas ambientales.