Para poder entender la condición social actual de la mujer es necesario llegar al origen de su opresión, y aunque ésta es más antigua, el autor de este estudio centra su análisis en los siglos XVIII y XIX, cuando surge el capitalismo o el período de la industrialización salvaje en que se materializan transformaciones radicales que traen como consecuencia la aparición e institucionalización de una nueva forma de familia. Aborda los problemas de método planteados a la hora de intentar establecer el estatuto social de la mujer y dilucidar el origen histórico de su opresión específica.