En medio de la compleja tensión entre filosofía europea y filosofía latinoamericana, José Pablo Concha Lagos examina la vigencia del humanismo a partir de la configuración conceptual del pensamiento regional que da cuenta de la especificidad de les sujetes latinoamericanes atravesades no solo por la historia de subyugación de Occidente, sino también por luchas reivindicatorias. El feminismo regional, las disidencias sexuales, los movimientos indígenas y otros sectores oprimidos comparten la historia de sometimiento y marginación, pero al mismo tiempo quienes conforman estos colectivos se muestran más diferentes que similares, lo que representa un problema a la hora de formular un proyecto político latinoamericano.