Publicado originalmente en 1985 y revisado en 1991 para el libro Simians, Cyborgs and Women, el Manifiesto para cyborgs resume a la perfección el estado de los estudios culturales, los estudios de género y, en particular, la discusión por la identidad y el lugar de las mujeres en los últimos días de la Guerra Fría y el avance del capitalismo postindustrial. Es, a la vez, el más original de los alegatos del feminismo militante, una cruza de filosofía y ciencia-ficción, una máquina viviente de romper prejuicios.
La idea de que la naturaleza no se descubre, sino se construye socialmente, es un concepto central dentro de la historia de la ciencia de las últimos décadas. En 1991 Donna Haraway publicó Simians, Cyborgs, and Women y se estableció como una de las escritoras feministas más reflexivas y desafiantes. Manifiesto para cyborgs. Ciencia, tecnología y feminismo socialista a finales del siglo XX octavo capítulo de ese libro es el intento «de construir un mito político fiel al feminismo, al socialismo y al materialismo». Para ello, Haraway indaga en discursos filosóficos, sociológicos, médicos y, fundamentalmente, literarios, en particular el de la ciencia ficción. Ese mito político resulta un híbrido entre organismo y máquina, entre realidad y ficción: el cyborg, punto de partida para la formulación de una nueva mirada sobre la naturaleza y las relaciones de los géneros.