Margarita Chorné y Salazar fue la primera mujer que se recibió de una profesión independiente en Latinoamérica, como cirujano dentista. Este hecho fue un verdadero desafío al género masculino y a la sociedad decimonónica mexicana, en la que las mujeres de clase acomodada se dedicaban exclusivamente a labores hogareñas. Margarita ejerció su profesión durante más de cuarenta años y representa la punta de lanza de un largo proceso que vería su culminación hasta mediados del siglo XX.