Escrita en 1954, cinco años después de la publicación de El segundo sexo, Las inseparables narra la amistad apasionada que une a Sylvie y a Andrée -alter ego de la propia Simone de Beauvoir y de Élisabeth Lacoin (Zaza)- desde que con nueve años se conocen en la escuela. Andrée es alegre, inteligente y atrevida, y Sylvie, una niña formal que se siente irremediablemente atraída por su personalidad arrolladora. Juntas aprenderán a librarse de las convenciones y las expectativas asfixiantes de su entorno, ignorantes del trágico precio que tienen la libertad y la ambición intelectual y existencial. Una historia catártica para la autora, tal vez demasiado reveladora para publicarla en vida, cuya recuperación -junto con algunas fotografías y cartas que sirven de testimonio- constituye un acontecimiento literario.