En este texto juegan el recuento de un pasado, su toma de consciencia y la deliberada y meticulosa exploración del modo en que se construye la narrativa personal. Se trata de una novela en torno a las imágenes fotográficas, a sus reverberaciones, sus engaños y profundidades. Solana echa mano de una voz, de otra, de las voces de quienes han teorizado sobre el arte, sobre la imagen, sobre la fotografía y sobre el complejo juego de la memoria. Memorias tullidas del paraíso tiene algo de confesional y de tratado, algo de la novela de formación y algo de los debates de un seminario universitario. Por virtud de la heterogeneidad, este libro pone en juego la formación de una consciencia múltiple, polifónica e inabarcable.