Cuando un libro de poemas te pone a pensar todo otra vez, desde las categorías sociales hasta las literarias, desde el significado de algunos conceptos hasta la definición de las palabras que creés más estables, lo que sucede, con alegría, con inquietud, es que se está asistiendo al advenimiento de lo literario, en una definición que no envejece y que traviesa diferentes épocas y estéticas: un uso del lenguaje que pone en crisis. Una palabra que no es ni esto ni aquello, y mucho menos esto y lo otro. Así pasa con Mutual sentimiento, de Marina Mariasch.