Nahui Olin es un nombre azteca que designa el poder con que el sol hace girar a los planetas, el movimiento renovador de los ciclos del cosmos. También se conoció con él a Carmen Mondragón (1893-1978), una de aquellas mujeres mexicanas de las primeras décadas del siglo XX que, como Frida Kahlo o Dolores del Río, marcaron su época con una huella imborrable. Nacida en una familia de la alta burguesía, Carmen desde muy joven empezó a frecuentar los ambientes bohemios de México capital. Entre los muchos creadores que por entonces hacían de esta ciudad un centro histórico de primer orden se encontraba el Dr. Atl, un excéntrico pintor quien bautizó a Nahui; juntos vivieron una tórrida historia de amor al margen de las convenciones. La espectacular Nahui Olin -pintora, poeta, musa y modelo- se convirtió así en un auténtico símbolo de su generación: una figura deslumbrante cuya poderosa belleza aún nos sorprende en los frescos de Diego Rivera o en las fotografías de Edward Weston.