Se trata de dos Memoriales sometidos a la Corte Mundial en los que Estados Unidos queda evidenciado como delincuente rebelde a los principios generales de la ley internacional. Se trata de una obra jurídica que rebasa los márgenes hasta constituirse en un notable documento histórico. Hace reflexionar en lo que constituye la esencia de la democracia y, también, en aquello que la deteriora.