Finalista de los prestigiosos premios Booker y Governor Generals, Ojo de gato es un insólito escrutinio de la vida cultural canadiense desde la Segunda Guerra Mundial hasta los años ochenta. Mediante la forja de la personalidad de su protagonista, desde la infancia hasta la madurez, Margaret Atwood repasa, con la vehemente lucidez que la caracteriza, este fascinante período en el que el progreso del feminismo se entrelaza con la incesante mutación del arte moderno.
Con motivo de la primera retrospectiva de su obra en Sub-Versions, una galería alternativa de Toronto regentada por un puñado de mujeres, Elaine Risley, una pintora rodeada de un aura de artista polémica, regresa a la ciudad y al paisaje de su juventud. El reencuentro con la urbe, antaño puritana y gris, ahora destellante bajo las luces de neón, hace aflorar una profusión de recuerdos, entre los que destacan imágenes de su atípica familia, su excéntrico y brillante hermano, con quien acostumbraba a jugar a las canicas, y sus antiguas amigas Carol, Grace y, en particular, Cordelia, con las que había creado un mundo propio ajeno a las preocupaciones de los adultos. Pasados los años, Elaine prosiguió su camino guardando para sí esa etapa extraña de su infancia al que accede gracias a una preciada canica de ojo de gato que le sirve de luz.
A través de las vívidas descripciones de obras de arte, la fuerza evocadora de las escenasretrospectivas y la presencia de sutiles pinceladas autobiográficas, Atwood nos ofrece una magnífica novela de aprendizaje, donde una canica de vidrio transparente con una flor de pétalos de colores en el centrogira y gira en un equilibrio tan precario como la vida de las mujeres, que una vez fueron niñas. Perturbadora y mordaz, Ojo de gato revela a una escritora en permanente estado de gracia.