Ilustraciones
Agradecimientos
Prefacio a la presente edición
1. Afrontar los hechos
2. El objeto inamovible. La inamovible malla de los asentamientos
3. Pasiones intensas, o por qué no tendrá éxito ningún otro plan
4. Sin ninguna convicción. Los agentes externos clave
5. Desenredando las hebras internas del sionismo
6. La solución de un solo Estado, un debate impostergable
Apéndice A
Apéndice B
Bibliografía
La tesis de este libro es que únicamente la construcción de un Estado laico, democrático y multicultural para palestinos e israelíes puede resolver civilizadamente el enconado conflicto que enfrenta a estos pueblos y propiciar un camino de solución a ambas comunidades nacionales que permita eludir la destrucción de una o de ambas o incluso una crisis regional de grandes proporciones. La solución de un Estado único defendida en los albores de la constitución del Estado de Israel por Albert Einstein, Judah Magnes, Hanna Arendt o Martín Buber, y por la OLP entre finales y mediados de la década de 1970 está siendo contemplada cada vez con mayor interés por innumerables individuos, organizaciones y agentes sociales y políticos palestinos e israelíes como la única salida razonable para evitar el atenazamiento que está distorsionando gravemente la convivencia y el progreso de las sociedades palestina e israelí. La catastrófica trayectoria para el pueblo palestino de los sucesivos planes de paz iniciados en la Conferencia de Madrid (1991) y los Acuerdos de Oslo (1994), la altísima tensión geopolítica de la región y la cada vez más difícil materialización de un Estado palestino viable dada la intensificación de la construcción de asentamientos en Cisjordania por parte del gobierno israelí están causando un sufrimiento inaudito a la sociedad palestina y colocando ante formas de convivencia política cada vez más insostenibles socialmente y mas unilateralmente dependientes de la fuerza militar a la sociedad israelí. La solución de un Estado para palestinos e israelíes apuesta en cambio por la revitalización y la reinvención de la democracia y la justicia en un país, que tras casi un siglo de conflictos directamente enmarañados con las políticas de poder y las graves responsabilidades de las potencias occidentales, cuenta con dos pueblos dotados de suficientes energías creativas como para ofrecer una luz de inteligencia, generosidad y fibra ética que asombren al mundo.