Me siento el maldito conejo de Alicia. ¿De qué corres, a dónde vas?
¿Qué sería del mundo sin la escritura que brota del cuerpo en transición? ¿Podríamos imaginar un mundo? Este es un poemario en el cual Bruno nos invita a hacer de las letras, piel. Y de la piel, acción. Entre metáforas, historias vividas, así como un sinfín de imaginaciones, el autor inicia un ciclo de escritura trans*figurada que disloca normatividades literarias y estéticas plasmadas al papel.
Escribir con las propias manos supone un acto político que hace de la escritura trans* una posibilidad de fuga, una auto-etnografía y archivo. Durante mucho tiempo en la historia del cuerpo, la escritura ha estado limitada a cánones atravesados por un sistema cisnormativo que ha invisibilizado a las identidades trans*. Sin embargo, como nos comparte el autor, el riesgo se toma y las letras hacen una espiral: tiempo, forma, y contenido. Traducción: la vida misma.