Día a día, constatamos que estamos creando (y destruyendo) un planeta a nuestra imagen y semejanza. Para decirlo crudamente: los rastros del plástico en las rocas, en los mares, en los estómagos de los peces y las aves probablemente serán la huella más visible que dejaremos para la posteridad. En un mundo que parece incapaz de frenar la carrera contaminante y depredadora, ¿podemos esperar innovaciones promisorias para una vida digna y plena? Este libro da señales de que sí, en cuanto el derecho al ambiente sano va en camino a ser reconocido a escala global. Su perspectiva contempla antecedentes en movimientos indígenas y luchas campesinas y urbanas contra el cambio climático, la agricultura industrial y el extractivismo, para defender una biopolítica afirmativa que abarca a todos los seres, sus prácticas y su entorno como parte de una naturaleza integral.
Por un medio ambiente sano presenta las más avanzadas reflexiones de una nueva generación de académicos y activistas de derechos humanos. Resultado del Taller Global de Investigación-Acción para Defensores Jóvenes de Derechos Humanos, organizado por Dejusticia y dirigido por el coordinador del libro, con gran solvencia analiza casos que tuvieron lugar en el Sur Global, en los que se documentan diversos desastres ambientales; por ejemplo, al financiar centrales hidroeléctricas sin medir su impacto, al acordar el uso de agroquímicos que destruyen la biodiversidad o al apostar a la inversión minera a cualquier costo. Pensados con el mayor rigor teórico y planteados como crónicas urgentes, los estudios ponen al alcance de todos material de primera mano acerca de las alternativas de la justicia ambiental, e invitan a ensayar respuestas capaces de articular los aportes de universidades y centros de decisión, comunidades locales, medios de comunicación y organizaciones estatales.
De la India a Brasil, de Filipinas a Ecuador, de Indonesia a la Argentina, de Ghana a México, estas páginas enriquecen el diálogo democrático para la defensa global de los derechos humanos y, en especial, para que los jóvenes hereden un planeta habitable.