ETIENNE GEOFFROY SAINT-HILAIRE
1830. Paris. Dos jóvenes anatomistas presentan ante la Academia de las Ciencias una investigación sobre la organización de los moluscos. En ella se quiere mostrar la analogía existente en la composición orgánica entre vertebrados y moluscos. Etienne Geoffroy Saint-Hilaire, comisionado a presentar un reporte sobre los resultados de la investigación, encuentra allí una prueba más en favor de su tesis sobre la unidad de composición orgánica en los tipos animales. Georges Cuvier, científico eminente, la desaprueba: la considera un atentado a los principios fundamentales de la anatomía comparada, y un descrédito a sus propias investigaciones en la materia. Este defiende la distinción aristotélica de los cuatro modos fundamentales e irreductibles de organización animal: vertebrata, molusca, articulata y radiata. El otro entiende posible la reducción de estos cuatro tipos a una pauta organizacional común. Cuvier responde al informe presentado en una replica airada. Los ánimos se crispan. La prensa publicita la polémica; el público la encona. La retórica promiscua se extiende entre científicos y editores. E. Geoffroy resuelve comunicar sus puntos de vista a través de la vía de un escrito impreso: Principios de Filosofía Zoológica. Y escribe: de cada sesión que hacía diariamente en los gabinetes del Jardín del Rey, recibía una impresión que, reproduciéndose siempre igual, me llevó a esta visión del espíritu? ...una visión de genio filosófico que conecta contemporáneos en todos los tiempos en los que alguien pudo ver en la vida su naturaleza "plástica": un fondo común constituyente, una misma anatomía variada infinitamente.