Los poemas de este libro brotan en el espacio fecundo de la tregua, en un tiempo de exploración atenta de la interioridad, en lapsos de incertidumbre mediados por un aplomado estado de apercibimiento.
La escritura de Rebeca Geffin, en este, su primer poemario, es precisa, ascética y filosa, a veces cercana al aforismo, a la aguda reflexión o al irónico desparpajo. Sus textos golpean con el rigor exacto que origina la grieta limpia e irremediable en la piedra.
Amor, vida, muerte, escritura, origen, son los temas centrales de este libro, en una pugna entre la prudencia y la desmesura, la escritura abre un espacio donde la voz se libera y se reconstruye.