No pertenezco a ningún partido ni camarilla; no tengo adeptos, ni colegas, ni compañeros. No he creado ninguna secta; aun cuando me lo ofrecieran, rechazaría el papel de tribuno por la simple razón de que no deseo esclavizarme. Esto declaraba Proudhon en 1840, poco después de la publicación de su Obra ¿Qué es la propiedad?, la que habría de darle fama, amén de ubicarlo entre los más grandes pensadores socialistas del siglo diecinueve [...] En la etapa final de su existencia, Proudhon escribió sobre diversos temas, desde el federalismo hasta los principios de la pintura. Mas su preocupación primera era convencer al pueblo para que no participara en las elecciones con las que Napoleón III trataba de dar validez a su régimen, con lo cual inició la práctica anarquista de abstención electoral; al mismo tiempo, desarrolló su teoría de que los trabajadores en nada se beneficiaban al dar su apoyo a partidos organizados por individuos de otras clases y que debían tomar conciencia de su poder político y crear ellos mismos los organismos necesarios para producir el cambio social. Os digo con toda la energía y tristeza de mi corazón: separaos de aquellos que se han apartado de vosotros. Los trabajadores comenzaron a aceptar estos argumentos, de manera que, a fin de cuentas, este hombre, que no deseaba crear ningún partido, llegó a ganar la adhesión de muchos y vivió lo suficiente como para oír que la Internacional había sido creada principalmente por los proudhonianos.
¿Qué es la propiedad? ocupa un lugar especial dentro de esa carrera que hizo de Proudhon una figura tan fundamental y fecunda dentro del socialismo europeo. El libro, según lo conocemos
hoy, consiste en dos trabajos separados: ¿Qué es la propiedad?, aparecido originariamente en 1840, y Carta al señor Blanqui, publicado en 1841. Louis-Adolphe Blanqui, pariente del famoso conspirador, era un economista que criticó la primera obra de Proudhon; pero la Carta, más que una réplica, en realidad cumple el propósito de llenar las lagunas que pudieron haber quedado en ¿Qué es la propiedad?.
¿Qué es la propiedad? produjo gran revuelo con su respuesta a la pregunta del título: ¡La propiedad es un robo!, frase que llegó a convertirse en máxima por todos citada; una máxima a la que los anarquistas, y otros, darían vueltas y revueltas en sus polémicas, y que siempre rondaría cual albatros verbal en torno de la reputación de su creador George Woodcock.