Prólogo del autor
I. Dogmatismo y "libertad de crítica"
¿Qué significa la "libertad de crítica"?
Los nuevos defensores de la "libertad de crítica"
La crítica en Rusia
Engels sobre la importancia de la lucha teórica
II. La espontaneidad de las masas y la conciencia de la socialdemocracia
Comienzo del ascenso espontáneo
El culto a la espontaneidad. "Rabóchaya Mysl"
El Grupo de Autoemancipación y "Rabóchei Dielo"
III. Política tradeunionista y política socialdemócrata
La agitación política y su restricción por los economistas
De cómo Martínov ha profundizado a Plejánov
Las denuncias políticas y la necesidad de "infundir actividad revolucionaria"
¿Qué hay de común entre el economismo y el terrorismo?
La clase obrera como combatiente de vanguardia por la democracia
Una vez más "calumniadores", una vez más "embaucadores"
IV. El primitivismo en el trabajo de los economistas y la organización de los revolucionarios
¿Qué es el primitivismo en el trabajo?
El primitivismo en el trabajo y el economismo
La organización de los obreros y la organización de los revolucionarios
Amplitud de la labor de organización
La organización "de conspiradores" y la "democracia"
El trabajo a escala local y a escala nacional
V. "Plan" de un periódico político central para toda Rusia
A quién ha ofendido el artículo "¿Por dónde empezar?"
¿Puede un periódico ser organización colectiva?
¿Qué tipo de organización necesitamos?
Conclusión
Anexo. Intento de fusionar "Iskra" con "Rabócheie Dielo"
Enmienda para "¿Qué hacer?"
Notas
El objetivo que perseguía Lenin cuando se propuso la redacción de esta obra era tratar tres problemas fundamentales, a saber: el relativo al carácter y el contenido principal de su agitación política, el tocante a sus tareas de organización, y, por último, el referente al plan de crear, simultáneamente y por distintas partes, una organización combativa en Rusia. Más la intención de circunscribirse a ellos le fue imposible, y previamente tuvo que abordar dos cuestiones de carácter general: ¿por qué una consigna tan «inocente» y «natural» como la de «libertad de crítica» era una verdadera señal de batalla?, y ¿por qué no se podía llegar a un acuerdo ni siquiera en la cuestión fundamental del papel de la socialdemocracia en relación al movimiento espontáneo de masas? De este modo, Lenin redactó un programa que serviría de guía a los miles de obreros bolcheviques protagonistas de la futura Revolución rusa, un auténtico libro de combate cuya aportación teórica haría temblar los cimientos del Imperio zarista.