En 1981, una jovencísima Rebecca Solnit se mudaba a su primer apartamento en un barrio marginal de San Francisco. En él pasaría los siguientes veinticinco años, librando feroces batallas para llevar a cabo la difícil tarea de construir su identidad y tomar la palabra en una sociedad que agrede y silencia a las mujeres. Recuerdos de mi inexistencia, su último libro y su primer memoir, aclamado por la crítica y los lectores en Estados Unidos, marca un hito y "nos da la clave para comprender toda su obra".